viernes, 23 de marzo de 2012

Silencio.

Laia se ha dormido. Juan está de viaje. La inauguración me cuenta que ha ido muy bien. La casa en silencio. Es mi momento del día. Me tumbo con los pies en alto. Soy capaz de permanecer así, con la mirada fija en el techo un buen rato. Pienso en el día de hoy. Laia ha sido mi día. Pienso también, que este fin de semana tengo que cerrar como sea un proyecto. Me incorporo para recoger los juguetes esparcidos por el suelo. Descongelo la comida de mañana. Me lavo la cara y los dientes. Antes de meterme en la cama, compruebo la hora del despertador. A las 7:00 a.m toca biberón. Me abandono a la lectura.

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