en la casa que lindaba con el bosque, estaba lleno de telarañas, pues el rocío y la humedad habían depositado miles de gotas sobre los delgadísimos hilos. Entre las ramas de los abetos colgaban enormes tejidos brillantes, mandalas resplandecientes suspendidos en el aire. Nunca las había visto antes. Al poco tiempo desaparecieron, al secarse el agua, de nuevo se volvieron invisibles".
Vija Celmins
Fragmento del poema La mujer de la blusa blanca de Eva Lootz.
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