jueves, 3 de mayo de 2012

El geranio.

Hoy ha llegado a mi buzón el recuerdo de un olor lejano. El remitente era de otro tiempo. Pese a ello, me ha encontrado una carta de Emily Dickinson. 

Decía así; Querida, "echo de menos el geranio en la ventana y la mano que cuidaba el geranio". De pronto, vi a mi abuela, su jardín, sus manos. Su voz susurrando al geranio.

(Emily Dickinson. Cartas. Ed. Lumen)

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